militante de la ia y portavoz de ezkerretik
"En la custodia compartida, la izquierda abertzale sigue parapetada en los setenta"
Militan en la izquierda aber-tzale, pero
dicen sentirse muy dolidos por el "ninguneo" al que les somete Sortu. El
motivo, su defensa del proyecto de ley de corresponsabilidad parental,
que se tramita en el Parlamento, y que ha abierto una brecha en el seno
de esta sensibilidad política
Donostia. Defienden una
custodia compartida para aquellos progenitores que se hayan
responsabilizado del cuidado y de la educación del menor, pero su
mensaje se ha "malinterpretado". Se sienten víctimas de una campaña de
desprestigio por parte de Sortu, y lamentan muchos silencios cómplices.
"Tenemos el conocimiento y el convencimiento de que nos apoyan personas
que ocupan ahora cargos públicos, lo que no sabemos es por qué están
callados", denuncia Maolo Rodríguez, portavoz del colectivo Ezkerretik.
¿Se sienten ignorados por la linea oficial de la izquierda abertzale?
Más que ignorados, dolidos. El proceder de la izquierda
abertzale se sigue basando en esquemas del pasado. Hemos iniciado una
etapa nueva, pero en la práctica seguimos anclados en viejos esquemas.
Cuando hablo de la izquierda abertzale me refiero a Sortu, porque otras
formaciones se han mostrado más abiertas. Allí donde estaba ANV
recibimos el apoyo a la Iniciativa Legislativa Popular de Kidetza. Lo
que no sabemos es qué cambio se ha operado ahora con Sortu.
¿A qué se refiere cuando habla de viejos esquemas?
A que las decisiones se toman de arriba abajo y no al revés.
Eso de la democracia participativa y horizontal no lo estamos viendo, en
nuestro caso ni existe ni ha existido. Es decir, se ha organizado un
especie de debate en diferentes municipios que para nosotros ha sido
surrealista.
¿Por qué?
Porque no se entiende que organices un debate pero a su vez
estés condicionando a la gente, haciendo una lectura negativa de lo que
precisamente se va a debatir. ¿Qué sentido tiene hacerlo cuando tú ya te
estás posicionando y condicionando con ello la opinión de quienes van a
debatir?
¿En qué términos se ha planteado ese debate?
La dirección de la izquierda aber-tzale ha hecho una lectura
muy negativa de la propuesta de proyecto de ley de corresponsabilidad
parental que presentamos desde Kidetza, la Federación Vasca de Padres y
Madres Separados.
Explique qué ha ocurrido en ese proceso.
Se han organizado asambleas informativas y a la militancia que
ha asistido a ellas, por cierto, de manera muy poco participativa, se
les ha traslado varias ideas falsas. Se está diciendo que defendemos la
custodia impuesta y sistemática, la desaparición de las pensiones
alimenticias y la liquidación automática de bienes. También dicen que
defendemos otorgar la custodia a cualquier condenado por violencia de
género.
Y todo ello no es cierto…
Por supuesto que no. En base a esos argumentos es muy fácil
ganarse a la gente. Es una lectura que hace la izquierda abertzale de la
propuesta de Kidetza, pero que nada tiene que ver con lo que
defendemos.
¿Y ustedes qué defienden?
Nos ajustamos a los criterios del Tribunal Supremo, es decir,
que exista una vinculación afectiva anterior, que los padres y madres se
hayan preocupado de los menores sin desatenderlos, cubriendo sus
necesidades. Nosotros planteamos una custodia compartida que se escapa
del esquema tradicional, es decir, que la custodia compartida sea el
proceder habitual. Repito, siempre en beneficio del menor, nunca
obligada ni automática. Defendemos que cada progenitor presente un plan
de cooparentabilidad tras el divorcio o la separación para que desde un
principio quede claro qué tiempo va a disfrutar el menor con cada
progenitor y en qué vivienda va a residir.
¿Y la izquierda abertzale qué dice de todo ello?
La linea oficial está callada, y la que manda es Bilgune
feminista. No sabemos la cota de poder que pueden tener dentro de la
estructura jerárquica de la izquierda abertzale, pero nos estamos dando
cuenta de que tienen hilos que llegan a manejar la decisión de la
izquierda abertzale. No estamos hablando de EH Bildu, me refiero a la
izquierda abertzale, y con ello a Sortu.
¿Tanto poder tiene Bilgune feminista como para condicionar el debate?
Eso mismo nos planteamos nosotros. ¿Quiénes son? ¿Qué
representación tienen? Me refiero tanto a nivel de la izquierda
abertzale como respecto a la representación de la sociedad vasca. Nos
echan en cara que somos tan solo entre un 8% y un 10% los padres que
solicitamos la custodia compartida, ¿pero desde cuándo se pueden mezclar
los derechos de la gente con los porcentajes?
¿Y por qué calla la línea oficial?
Tenemos el conocimiento y el convencimiento de que nos apoyan
personas que ocupan ahora cargos públicos en las Juntas Generales de
Gipuzkoa y Bizkaia, en la Diputación de Gipuzkoa, en el Ayuntamiento de
Donostia y en el propio grupo parlamentario de EH-Bildu. Lo que no
sabemos es por qué están callados. Defender el proyecto de ley de
custodia compartida no tiene porqué hacerte renunciar ni a la ideología
ni a las siglas que defiende cada uno. Estoy hablando de personalidades
importantes con nombre y apellido dentro de la política.
¿Por ejemplo?
No, no voy a dar nombres, porque si lo hiciera sé que al día
siguiente emitirían un comunicado desmintiendo que nos hayan dado su
apoyo. Igual tendríamos que recordar al sindicato LAB, a Bilgune
feminista y a la izquierda abertzale en su conjunto quiénes aparecen en
la recogida de firmas de la campaña que iniciamos a favor de la custodia
compartida. En las 75.000 rúbricas aparecen quiénes son. Además de
firmar, nos trasladaron personalmente su apoyo. Nuestra pregunta es por
qué no tienen la valentía de decir a la izquierda abertzale que están
confundidos, que van a hacer el ridículo una vez más. En todo caso, hay
que recordar que la izquierda abertzale no es solo Sortu.
¿Qué quiere decir?
Que en las asambleas que organizan va salir siempre que no
apoyan el proyecto de ley. Han tomado parte en unas asambleas
condicionadas por un mensaje tergiversado y manipulado. Pero si
extrapolamos la participación en esas asambleas, ¿podemos concluir que
es un reflejo fiel de la fuerza que existe en el Parlamento? ¿Acaso no
tienen voz dentro de la izquierda abertzale aquellos militantes que no
son de Sortu?
¿Y dónde quedan los menores en este divorcio político?
Lo más importante son nuestros hijos e hijas, eso es cierto,
pero tal y como están las cosas, persiste la bronca política, y el
ninguneo. Voy a poner un ejemplo. Desde que comenzamos con el proyecto
de ley, siempre hemos tenido un interlocutor de los diferentes partidos
en el Parlamento Vasco. Del PP, Laura Garrido y Nerea Llanos; del PSE,
Miren Gallastegui que, a pesar de haber estado en contra de nuestra
postura, siempre ha mantenido un vínculo con nosotros. De UPD, Gorka
Maneiro, y Amaia Arregi del PNV.
¿Y sus compañeros de partido?
A la izquierda abertzale le hemos llamado en un sinfín de
ocasiones, y nunca nos han puesto un interlocutor. Es más, la izquierda
aber-tzale todavía no nos ha dicho a día de hoy, después de cinco
reuniones, cuáles son los puntos en los que están en desacuerdo y cuáles
son las propuestas. Me parece legítimo que estén en contra del
planteamiento de ley que hacemos, pero que argumenten su postura. Además
pueden mejorar la propuesta, que para eso se han hecho cinco reuniones.
Lo que no es de recibo es convertir la mentira en tu argumento de
defensa.
¿Con qué objetivo han creado el colectivo Ezkerretik?
Nos hicimos socios de Kidetza, pero esta federación es un
abanico amplio de ideología. Así, nos fuimos juntando gente con una
afinidad política clara, personas que militamos o proveníamos de la
izquierda abertzale. Estos primeros compases se dieron cuando todavía
existía el apartheid político, y ya posteriormente entramos al
Parlamento en la legislatura de Patxi López. A partir de ahí, como
miembros de Kidetza, nos dimos cuenta de que había que contar con la
izquierda abertzale puesto que es la segunda fuerza parlamentaria.
Empezamos a organizarnos. Por el momento somos medio centenar de
personas, y nuestro contacto es ezkerretikzaintzapartekatua@gmail.com.
Insisto, ¿con qué objetivos?
Queremos hacer llegar que la izquierda abertzale no está
sabiendo gestionar algunos modelos de política social. Pensamos que la
izquierda abertzale en algunos aspectos se tiene que reinventar y dejar
la reivindicaciones obsoletas y caducas de la década de los setenta. La
sociedad ha evolucionado, y lo que no entendemos es por qué siguen
parapetados en esquemas de los años 70.
¿Hay muchos padres que lo están pasando mal?
Claro, conocemos muchos casos, pero se convierten en eco
mediático de un día. La situación sigue siendo la misma cuando el caso
desaparece de los medios. Cada día hay más gente afectada. Se ven
obligados a salir de casa, y es complicado encontrar una vivienda digna
para disfrutar del menor, tal y como establece la ley.
¿Hay quien lleva mucho tiempo sin ver a sus hijos?
Tenemos un socio que ha visto cómo su expareja se lleva al
menor de siete años a Alemania, y tan solo le va a poder ver quince días
en Navidades y un par de veces más durante el año. Lo normal suele ser
verlos el fin de semana, 26 días con la madre y cuatro con el padre. Eso
no es el tipo de relación más beneficiosa para el menor.
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